Aquel olvidado arte de ganar

¡Estamos punteros! Vamos todavía. Dale camp… Perdón. Ustedes sabrán disculpar el exabrupto. Es que pasaron tres meses desde la última victoria del verde. Noventa días en los que se sucedieron una interminable serie de derrotas, un descenso, una promoción y un nuevo descenso (dos perdidas de categoría en treinta días, record para el Guinnes). Estábamos desacostumbrados a festejar. La memoria no registraba momentos felices recientes, entonces celebramos como si fuera la última vez, para recuperar el tiempo perdido. Festejamos por la vuelta del Wino, festejamos el golazo maradoniano de Javi, festejamos el gol heroico de Pancho. Y sobre todo, celebramos que, por fin, ganamos.
El partido fue una guerra de nervios. Una innecesaria infracción, desde atrás y sin pelota, en contra de Javi; desencadeno un festival de reclamos, protestas, brusquedades y copadas de parada de parte de ambos bandos, que desvirtuaron el encuentro hasta convertirlo en un griterío insoportable. El verde se descontrolo y facturo Chino, que lo dio vuelta y se fue al descanso en ventaja.
Para el segundo tiempo estaba reservado lo mejor. Con las pulsaciones a mil, Manzi no encontraba el rumbo, no presionaba, le costaba atacar y marcaba muy mal. Chino coqueteaba con la goleada. Hasta que Zucho chico encontró la claridad para marcar el camino, invento un eslalón monumental y puso las cosas en tablas. Con el empate llego el mejor momento del equipo esmeralda. No por que derrochara fútbol, si no porque puso la actitud necesaria para llevarse los dos puntos. Un claro ejemplo fue el tercer gol. Javi presiono al arquero en mitad de cancha y le gano la pelota. Panchito (sos grande Gladiador, muy grande), sabiendo que era gol y triunfo, la mando a dormir entre las redes con una tijera rasante. Fue victoria.
Era el debut y Manzi tenía que ganar. No para empezar a cimentar una ilusión de campeonato (????) o de ascenso. Eso vendrá, o no, después. Tenía que vencer para recuperar la confianza perdida a lo largo de tantas jornadas de derrotas y gestos adustos.
El compromiso y la actitud de todos nos devolvió la sonrisa. Depende de nosotros mantenerla. Está todo por hacerse y no somos menos que nadie.
Aguante Manzi Carajo!

La más maravillosa música – Después de su exitosa gira por Córdoba, se presenta nuevamente en Buenos Aires, Mashinga. La banda del Wino desplegara su arsenal de rock en Loca Bohemia, Av. La Plata 727, este jueves 16 de agosto, en el horario de las 21.00. El valor de la entrada es de $5.- con consumición. Están todos invitados