Se dobla, pero no se rompe

Manzi se alzo, contra Meta y Ponga, con dos puntos fundamentales en la lucha por el campeonato. Un par de unidades de esas que son decisivas a la hora de contar los porotos cuando el Apertura 2008 llegue a su fin. Así lo entendieron ambos equipos, que armaron un partido de clima tenso y dientes apretados. De resultado incierto y ánimos cambiantes, que se resolvió a favor del verde, pero bien pudo haber sido para los de blanco. O terminado en un empate.
Había clima de final. Los capitaneados por el Negro Ferrari querían seguir prendidos en la pelea y prolongar su racha ganadora con otra victoria. Del otro lado, Meta y Ponga llegaba dulce después de golear al Tortoni, sabiendo que, de ganar, pegaba el salto, pasaba a su contrincante en la tabla, y se acercaba a los puestos de vanguardia.
El inicio de las acciones mostró más temperamento que fútbol. En un juego friccionado e impreciso prevaleció el estado de animo de Meta y Ponga, que, aún sin generar demasiadas ocasiones de peligro, daba la impresión de estar un paso más adelante que Manzi. Fue así que aprovechando dos errores de la defensa verde, los de blanco se fueron al descanso con sendos goles en el bolsillo y un panorama favorable de cara al complemento.
El cambio rotundo de la escuadra esmeralda, frustro los planes de su rival. Decidido a cambiar el curso del cotejo, Manzi tuvo un comienzo arrollador en la segunda mitad. Descontó Martín, poniendo el cierre a una gran jugada de Javi, que hizo equilibrio sobre la raya de fondo para meter un centro atrás venenoso. Después, de atropellada, Javi marco la igualdad. Hubo actitud y buen fútbol en ese rato de furia manzista.
Despertó Meta y Ponga, se quedo un poco el verde y se armo un final de partido a puro nervio. Trabado, desprolijo, pero jugado con el corazón en la mano por ambos bandos. Estaba para cualquiera de los dos. Como dice el dicho: El que hacía el gol ganaba.
Y lo gano Manzi, no más. A la salida de un corner Wino le pego pifiado, la pelota se metió, casi sin querer, en el arco rival, y desato la locura de los hombres de verde. Cerca estuvo el conjunto blanco de empatarlo con un tiro libre interminable en la boca del área. Pero la defensa manzista pudo zafar de esa situación y quedarse, finalmente, con un triunfo emotivo.
Partidos como los del domingo son los que templan el carácter y unifican a un equipo. Manzi dio un paso importante. No sólo por la victoria, que lo deposita como escolta del líder O. A. D. y R. Si no porque lo convence de su potencial futbolístico y anímico, justo cuando esta por comenzar la etapa de definiciones del campeonato. Será una final por partido y dependerá del verde mantener viva la esperanza hasta la última fecha. Que así sea.
Aguante Manzi carajo!!!