
Ambos equipos entregaron un primer tiempo chato, con gran cantidad de imprecisiones y esporádicas jugadas de riesgo. Quizas producto de la falta de actividad durante el verano, Manzi lucio apagado en esos veinte minutos iniciales. Mientras que su contrincante, de la mano de su número 7, parecía un poco más despierto. Un error en la salida manzista le dio la ventaja parcial al equipo blanco, cuando ninguno había echo meritos suficientes para abrir el marcador.
En la búsqueda del empate, el escuadrón esmeralda dejo expuesta la falta de juego y peso ofensivo que lo viene aquejando desde hace un tiempo largo. Javi, todavía falto de ritmo después de la rotura de ligamentos que lo tuvo inactivo desde agosto pasado, hizo un gran esfuerzo pero no pudo aportar su explosión, ni conectarse con Santi para generar fútbol. Así las cosas, los acercamientos al área rival eran más producto del barullo y el empuje que del juego asociado. Y cuando por fin se lograba darle algo de peligro real a esos acercamientos, el arquero de Huevos (de gran labor) se encargaba de impedir la igualdad.
Con la necesidad a cuestas, el escuadrón esmeralda intento llevar las riendas del encuentro en la parte final, cosa que, sobre todo al comienzo de la etapa, solo logro hacer con intermitencias. Por momentos, Los Huevos se adueñaba del balón, manteniendo al verde lejos de su valla. Más cerca del ímpetu y el desorden, Manzi comenzó a merodear el empate, convirtiendo al golero blanco en la pieza clave para sostener la diferencia.
Santi emparejo el marcador con un tiro cruzado, cuando todavía quedaba margen para aprovechar el envión en busca de la victoria. Cerca estuvo la muchachada manzista de llevarse el premio mayor, pero otra vez el uno huevero se encargo de ahogar en dos oportunidades, el grito de gol que hubiera significado la vuelta al triunfo después de cinco largos meses.
Paso la primera fecha. La expectativa y ansiedad por el debut quedaron atrás. Pese al flojo comienzo, el final del encuentro dejo signos alentadores para el viejo y glorioso Manzi F. C. Signos que son una invitación a esperanzarse con mejorar las flojas últimas campañas y pelear por fin por el ascenso. Para ilusionarse con una defensa inquebrantable. A imaginar que la vuelta de Javi, más Santi y Wino, llevara al equipo a reencontrar la senda del gol. En fin, que de ilusiones no se vive. El camino es largo y hay mucho para mejorar.
Aguante Manzi carajo!!!
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