
Scratch fue el justo ganador de la contienda. El global de la serie marca un contundente 10-5 en su favor. Sostenida por un buen trabajo de su arquero y su defensa, la contundencia ofensiva del equipo verde fluo fue la gran clave. A la potencia mostrada en el encuentro de ida de la promoción, le agregaron la magia de Mariñas, y fue un cóctel letal para nuestra defensa.
Como en el encuentro anterior, Manzi pago a precio de oro cada uno de sus errores en el manejo de la pelota. Tres errores en la salida antes de que se cumplieran los cinco minutos de juego equivalieron a igual cantidad de festejos rivales. Había que salir a quemar las naves. Se consiguió el descuento y hubo una llama de esperanza. Un golazo de Mariñas, sobre el final del primer tiempo, aniquilo la esperanza de recuperación que, a pura voluntad, habíamos levantado.
La parte final fue una agonía de veinte minutos, el final de la serie de desaciertos que nos llevo a descender. Fuimos para adelante, a caer con la frente alta y el pecho erguido de orgullo verde. Scratch, ya convencido de su triunfo y ascenso, ocupo el que era nuestro rol y se dedico a contraatacar. En el ida y vuelta llegaron más goles que no modificaron en nada la sentencia. La cosa estaba definida.
De este final, queda para rescatar la actitud para pelearla aún cuando todo era una invitación a bajar los brazos y entregarse. Ese es el espíritu, el carácter épico que Manzi tiene que demostrar en cada partido. El comienzo del Clausura 2007 esta al alcance de la mano y no podemos quedarnos lamentando lo perdido. Tenemos mucho para mejorar si queremos pelear por el ascenso.
Aguante Manzi carajo!!!
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