Victoriosos al fin

Al fin, después de tanta derrota y sufrimiento, el sol se asomo para brindarle una caricia al viejo y glorioso Manzi F. C., regalándole la primera victoria del campeonato. Por la octava fecha del Torneo Centenera Clausura, en un duelo vital en la lucha por escaparle al descenso directo, el conjunto vestido de riguroso negro derroto a Campana por tres tantos contra uno.
Ya de movida la cosa parecía encaminarse hacia un final feliz. Campana, que viene sufriendo los mismos problemas del verde, a la hora de armar su alineación, arranco el partido con cuatro jugadores. Con Santi manejando los hilos y el debut del Chapa, embajador del tiki tiki, en la ofensiva, el escuadrón esmeralda asumió el protagonismo y emprendió la búsqueda del desnivel, frente a un rival que se agrupaba bien atrás e intentaba meter la contra.
Se sabe, nada es fácil para Manzi. Aún con un hombre más, no pudo quebrar la resistencia del conjunto de casaca amarilla, liderada por las notables y seguras intervenciones de su portero. Paradójicamente, la apertura del marcador llego cuando Campana ya tenía su plantel completo. Wino aprovecho un rebote, y envió un centro atrás que Zucho sólo tuvo que empujar a la red. Uno a cero y al descanso, con la novedad del arco invicto al cerrar un parcial.
Cuarenta segundos del segundo tiempo bastaron para que, en buena jugada colectiva y mejor definición, los de amarillo emparejaran el score. La muchachada manzista volvió ponerse adelante un puñado de minutos después, por intermedio de Wino. Pese a la conquista, el verde perdió el control del partido y entro en la desesperación del rival. Así, el juego entro en un impreciso ida y vuelta, que bien pudo terminar en el empate campanense, o, como al final sucedió, en el tercer grito de los de negro. Grito que, a la postre, le puso el moño a la contienda. Fue Wino, que con un buen toque al segundo palo ante el achique del arquero certifico la primera alegría del certamen.
Hay motivos para alimentar una pequeña esperanza. Son tres puntos sobre los últimos cuatro jugados. Es una mejoría, si. Pero todavía no es suficiente. Falta recuperar solidez para no flaquear cuando la mano se complica. Falta afinar la puntería, que la pólvora se seque, para poder disfrutar más seguido del regocijante grito del gol propio. Del abrazo feliz por una tarea bien hecha. De la victoria y los puntos en el bolsillo.
Aguante Manzi carajo!!!