Cuatro cachetazos

El viejo y glorioso Manzi esta otra vez entre la espada y la pared. En el partido de ida por la Promoción “B-C” del Torneo Centenera Apertura 2010, cayó derrotado por 0-4 ante Desertores del Sueño. Así, teniendo en cuenta el presente de la legendaria escuadra, su permanencia en la segunda categoría centeneril depende de una hazaña.
La primer mitad del encuentro, salvo en el resultado, tuvo el signo del equilibrio. Y del aburrimiento. Los dos se prestaron la pelota, y las situaciones de riesgo fueron un bien escaso. Los de rojo manejaban con más criterio la bocha, pero el verde controlaba la situación y no pasaba grandes sustos. Claro que tampoco los provocaba en el área de enfrente.
Es que Manzi se perdió en la intrascendencia. Careció del juego necesario para crear peligro serio, ante un rival que lo esperaba replegado en su campo. Como atenuante, puede esgrimirse que las ausencias de Wino y Santi le restaron variantes a la hora de armar algo que se pareciera mínimamente al fútbol. Lo cierto es que el escuadrón esmeralda fallo a la hora de convertir la pocas chances que tuvo. Desertores no perdono y se fue ganando dos a cero al descanso.
El verde empeoro el cuadro en el segundo tiempo. Su intento de reacción fue demasiado tibio, permitiéndole a su contrincante justificar su triunfo. Los de la casaca alemana se hicieron dominadores del desarrollo en busca de los goles que le permitieran dar por cerrado el match y poner una distancia tranquilizadora de cara a la instancia final de la serie, el próximo domingo. La defensa verde tuvo que trabajar bastante para contener los ataques rojos, mientras que el golero rojo se encargo de conjurar las contadas ocasiones de gol generadas por Manzi.
Abonado al deporte de perseguir quimeras, y generalmente no alcanzarlas, para mantener la categoría el escuadrón esmeralda deberá ganar por cuatro goles para poder hacer valer la ventaja deportiva. Cualquier otro resultado lo devolvera a los oscuros territorios de la tercera categoría centeneril. Para lograrlo va a necesitar algo más que su férrea voluntad y generosa entrega. Precisara de una radical mejora en su rendimiento. Es difícil. No imposible.
Aguante Manzi carajo!!!