Cada vez más bajo

Ahora si, cartón lleno. Si algo le faltaba a Manzi, para completar y ponerle el moño a la racha diabólica (Veira dixit) que lo alejo de golpe y porrazo de la lucha por el título, hasta hacer peligrar su posibilidad de pelear por una promoción por el ascenso, era perder el super clásico de Centenera con Domingo 4.
Es parte del saber popular que, para el fútbol, la acumulación de merecimientos no siempre equivale a quedarse con la victoria. El verde puede dar fe de esto. El nero rosso hizo lo único que Manzi no pudo hacer durante los cuarenta minutos del encuentro: un gol. Y en esa solitaria diferencia esta la clave de las desdichas de unos y alegrías de otros.
Señal de lo que vendría, el escuadrón esmeralda salió a plantarse en campo rival y a los 35 segundos de iniciado el match, ya había reventado el travesaño del arco custodiado con maestría por Tincho Ramos. Durante la primera mitad, el verde desplegó su mejor juego desde que comenzó esta seguidilla de derrotas consecutivas. Con un buen trabajo defensivo logró controlar al ataque rival, que inquieto en un par de ocasiones, mientras que, con toque y circulación, genero muchas situaciones de riesgo que no logro concretar.
Por su parte, Domingo 4 jugo todas sus fichas a la magia de los mellizos Mariñas. Acompañándolos con una defensa férrea y concentrada, toda la responsabilidad creativa del longevo equipo centeneril recayó sobre los talentosos hermanos. Con el resultado a la vista, queda claro que los capitaneados por Jony Benitez acertaron un pleno.
El primer tiempo, con claro dominio verde, se cerró con un 0 a 0. La segunda parte decayó en juego pero gano en emotividad. Uno de los mellizos, robo una pelota en el medio y después de un breve eslalon, cedió el balón para que su hermano, paseando como por Florida, sólo tuviera que empujarlo a la red. El gol fortaleció a Domingo que, por un rato, domino y creo peligro ante un Manzi aturdido por el golpe.
El campeón de la “C” recupero el control del partido y arrió a su rival contra su arco. Sin la claridad de los veinte minutos iniciales, los de camiseta verde tuvieron el empate al alcance de la mano en varias oportunidades, pero entre las atajadas de Tincho Ramos y las propias deficiencias en la definición se frustraron sus merecimientos. El final fue, otra vez, una mueca triste en las caras de la muchachada manzista.
Queda como mínimo consuelo, el buen funcionamiento del primer tiempo y la entrega durante todo el partido. Con un panorama complicado por delante, Manzi deberá hacer un gran esfuerzo por sacar adelante esta situación y pelear por meterse en una de las promociones para ascender. El tiempo se acaba y es hora de reaccionar.
Aguante Manzi carajo!!!