Tocar fondo

Tiene que ser el último escalón de la desgracia futbolera. Jugando con un menos todo el partido, perdimos por 17 a 3 frente a El Rengo. A partir de esta derrota, la peor en la historia del verde, no queda más que esperar, soñar, anhelar, ¿rezar?, por una recuperación que nos deje lejos de la zona más peligrosa de la tabla de posiciones.
No es obra de la casualidad que no hayamos podido siquiera conformar el cinco inicial. El armado del plantel es la gran dificultad de este Clausura 2009. Entre deserciones, lesiones y ausencias de ocasión, el equipo se fue desarmando y no pudimos conseguir más que refuerzos eventuales para poder presentarnos. No juntar el quinteto para arrancar era algo que podía pasar, y que finalmente paso.
El encuentro en si, no amerita mayor análisis. Nos jugamos a intentar una heroica que, es obvio, no nos salió. La lógica indicaba una postura ultra defensiva que con el correr de los minutos, y los goles, muto en una necedad casi suicida, al punto de tratar de cambiar golpe por golpe. Rengo entendió a la perfección que era lo que debía hacer para aprovechar la mayoría numérica y obro en consecuencia. Hizo circular la pelota con la paciencia necesaria, hasta que aparecieron los huecos que facilitaron esta goleada histórica.
Queda por decir que, así como no fue una opción no presentarse a jugar, inventar una “lesión”, o buscar una tarjeta que termine con el suplicio, sin ni siquiera intentar la hazaña; tampoco es una opción pensar que ya estamos descendidos y entregarnos. Quedan siete partidos en los que habrá que jugarse la vida, para meterse aunque más no sea en una promoción.
Con toda la bronca, aguante Manzi carajo!!!